Re – Conectados
Hablar de los efectos de la pandemia está de más ya que la sobre información ha dejado en claro que la realidad cambió y el mundo se ha visto obligado a cambiar. En el proceso vertiginosos de intentar entender el cúmulo de limitaciones, restricciones y altibajos que ha acarreado esta situación, dos posturas se hacen presentes; la primera es quedarse quieto, esperar y confiar a que todo se restaure, que vuelva a la normalidad, que se invente una cura definitiva y espectar desde la seguridad del enclaustramiento cómo evoluciona el mundo.
La segunda postura es seguirse moviendo (aunque en espacios más pequeños). Sacar provecho de las circunstancias y jalar los hilos de la actividad desde el teclado, la pantalla, un móvil o cualquier otro dispositivo que nos vuelva a conectar con la sociedad inquieta y necesitada de aprender y comunicarse para compartir cualquier mensaje o enseñanza que nos devuelva la utilidad y el crecimiento.
Una de las estrategias más explotadas para mantenernos en movimiento y volvernos a conectar con el entorno es la educación virtual. Miles y millones de niños, jóvenes y adultos han llevado al encierro voluntario y necesario sus las escuelas, oficinas, la vida social.
Hasta hace unos meses el considerar la instrucción o educación a través de medios digitales no era una estrategia popular. La cercanía entre personas, el poder leer el mensaje no verbal e intercambiar ideas y opiniones no era negociable a menos que fuera estrictamente necesario. No así ahora.
La educación a distancia ha recorrido un camino largo desde su primera aparición hasta nuestros días. No siempre bien reconocida y casi siempre mal evaluada desde la perspectiva de la educación tradicional presencial, la educación a distancia en su fase virtual ha logrado tener un espacio propio de desarrollo y aceptación. La adopción y utilización creativa de los avances en los distintos medios de comunicación para fines educativos, y de transmisión y recepción de información, ha puesto a esta modalidad educativa en un punto de vanguardia respecto a los modelos tradicionales. El uso de la red de Internet y los adelantos que en ella y de ella se desprenden hacen ver que la educación a distancia tendrá un papel cada vez más relevante en la sociedad global, revolucionando los esquemas del aprendizaje humano mediante su operatividad en mundos interactivos y tridimensionales (realidad virtual y aumentada), que generarán una nueva manera de abordar el aprendizaje humano y de entender la escuela.
(García, 2019).